Mulleres e mar na Arousa sempre foron da man. Mulleres, mar e familia, unha tríade inseparable que conforman o xugo mesmo que deu, dá e dará de beber a toda a sociedade da Illa, facendo así que a súa cultura estea embebida de voces femininas anónimas que nos contan a orixe dun pobo, dunha forma de ser.
Aproveitamos este 8 de marzo para presentarvos á nova directiva da OPP20 onde as mulleres do mar son as que levan as rendas da entidade, que aglutina a máis de 600 traballadoras e traballadores da Illa de Arousa tanto de marisqueo a pé como a flote, sendo o soporte de centos de familias do municipio.
O marisqueo a pé é unha actividade historicamente de mulleres, aportando unha fonte extra de sustento nos fogares no pasado para converterse dende vai algo máis de catro décadas nunha profesión totalmente recoñecida e remunerada. Xunto ó marisqueo a flote, onde predominan homes pero tamén se van facendo oco algunhas mulleres, conforman unha actividade de gran tradición e historia na Illa de Arousa.
A finais de 2022 elixiuse unha nova directiva para a OPP20, conformada case exclusivamente por mulleres. Hoxe imos a presentarvos a algunhas delas para que as súas voces deixen de ser anónimas.

Inma comenzó en esta actividad con 14 años, aunque llevaba en ella desde que tiene uso de razón, ya que toda a su familia se dedicaba a esta actividad mientras las más pequeñas jugaban en la playa. El marisqueo la enamoró por muchas razones: estar al aire libre, ser su propia jefa, estar con gente que quiere, pero sobre todo realizar una labor que le encanta. Su objetivo al frente de la directiva es aportar nuevas ideas, conseguir que hombres y mujeres trabajen en conjunto y que las playas de A Illa vuelvan a ser las mejores de la Ría para el marisqueo.
Sese se inició con 18 años, de la mano de su madre y su abuela, que le enseñaron todos los secretos de este trabajo ancestral. De su oficio le gusta todo, pero sin duda y a pesar del mal tiempo, lo que más la llena es poder trabajar al aire libre, siendo su apero preferido a horquilla. Con su implicación en la dirección de la OPP20 persigue mejorar la actividad para asegurarle un futuro digno y largo.
Ana María empezó también con 18 y con su madre, quien le aprendió el oficio, ya que era la opción laboral que más le atraía y por supuesto, non la defraudó. Adora el contacto con la naturaleza y cuidarla, así como la libertad de horarios y tener las tardes libres para disfrutar de sus hijas o de tiempo propio. Como parte de la directiva quiere luchar por el futuro de la profesión, por la sustentabilidad del marisco de A Illa y por una Ría saludable en términos medioambientales.
Ana María empezó también con 18 y con su madre, quien le aprendió el oficio, ya que era la opción laboral que más le atraía y por supuesto, non la defraudó. Adora el contacto con la naturaleza y cuidarla, así como la libertad de horarios y tener las tardes libres para disfrutar de sus hijas o de tiempo propio. Como parte de la directiva quiere luchar por el futuro de la profesión, por la sustentabilidad del marisco de A Illa y por una Ría saludable en términos medioambientales.
Sara llegó al marisqueo con 28 años porque precisaba tiempo para cuidar de su hija, que en aquel momento tenía tan solo 1 añito, y acertó con el oficio que le iba a dar esa posibilidad y además le daría la satisfacción de formar parte de una tradición con más mulleres como ella, con inquietudes, con necesidades. Quiere aportar a la OPP20 la seguridad de conseguir que esta actividad sea sostenible, que permita tener una vida y un salario dignos a las que están y a las que vendrán.
Nela estaba ya en playa con tan solo 15 años, y lejos de ser una vocación o una tradición familiar, su llegada a este trabajo fue casi una certeza, ya que tras probarlo ya no fue capaz de dejarlo. Le encanta trabajar dentro del agua, con la horquilla, en estrecho contacto con el mar y la naturaleza. Desde dentro de la directiva quiere aportar o su grano de arena al relevo generacional en la profesión, consiguiendo que más gente se apasione por la profesión y se sume a ella.
Sonia también llegó nueva al mar, tan solo 16 años, y esta llegada se debió a que una gran parte de la juventud en aquella época en A Illa de Arousa se dedicó al marisqueo porque era uno de los pocos oficios en el lugar. Con los años comenzó a gustarle y ahora mismo cuenta que siente pasión con su trabajo. Su principal objetivo como miembro de la directiva de la OPP20 es conseguir que los productores y productoras puedan vivir del marisqueo, que sea un oficio con condiciones y salarios dignos que sean sustento suficiente para quien se dedique a él.
Ana cuenta que, con 15 años, en las vacaciones del colegio, aprovechaba con otras compañeras para ir mariscar y ayudar así a la economía familiar. Esta experiencia le sirvió para saber que ése era el futuro que quería para ella, ser su propia jefa y distribuir su tiempo para facilitarle el día a día. Como parte de la directiva quiere hacer muchas cosas, pero su principal objetivo es conseguir que o marisqueo sexa un oficio rentable para vivir, es decir, sustentable de cara al futuro y con condiciones dignas de trabajo.
Sese se inició con 18 años, de la mano de su madre y su abuela, que le enseñaron todos los secretos de este trabajo ancestral. De su oficio le gusta todo, pero sin duda y a pesar del mal tiempo, lo que más la llena es poder trabajar al aire libre, siendo su apero preferido a horquilla. Con su implicación en la dirección de la OPP20 persigue mejorar la actividad para asegurarle un futuro digno y largo.
Sara llegó al marisqueo con 28 años porque precisaba tiempo para cuidar de su hija, que en aquel momento tenía tan solo 1 añito, y acertó con el oficio que le iba a dar esa posibilidad y además le daría la satisfacción de formar parte de una tradición con más mulleres como ella, con inquietudes, con necesidades. Quiere aportar a la OPP20 la seguridad de conseguir que esta actividad sea sostenible, que permita tener una vida y un salario dignos a las que están y a las que vendrán.
Sonia también llegó nueva al mar, tan solo 16 años, y esta llegada se debió a que una gran parte de la juventud en aquella época en A Illa de Arousa se dedicó al marisqueo porque era uno de los pocos oficios en el lugar. Con los años comenzó a gustarle y ahora mismo cuenta que siente pasión con su trabajo. Su principal objetivo como miembro de la directiva de la OPP20 es conseguir que los productores y productoras puedan vivir del marisqueo, que sea un oficio con condiciones y salarios dignos que sean sustento suficiente para quien se dedique a él.
Rocío es una de esas mujeres que se hizo hueco en el marisqueo a flote. Comenzó con 23 años, después de trabajar en una fábrica y quedar en el paro. Fueron sus padres quien la animaron a probar, y desde entonces sigue en el oficio. Dice que siempre desde niña le gustó el mar, trabajar al aire libre y con el paisaje de la Ría de fondo. Recoger almejas y trabajar en ese entorno es impagable para ella. En la OPP20 quiere contribuir a la sostenibilidad y conservación de este oficio ancestral, manteniéndolo como medio de vida para las generaciones futuras.
Voces ahora ya no tan anónimas, que nos inspiran confianza en el futuro del marisqueo, en el futuro de esta tradición que sigue tan viva y sigue siendo tan importante para A Illa de Arousa.
Feliz #DíaInternacionaldelaMujer, #FelizDíadelaMujerTrabajadora, #FelizDíadelaMujerMariscadora!