En 2019 se creó un grupo para cordinar esfuerzos voluntarios para recoger residuos en la costa; en las playas y el efecto diera trabajo comienza a notarse.
Este fin de semana se encontraron en las playas de A Illa varias garrafas de plástico rellenas con aceite procedente del motor de una embarcación. El hallazgo generó un profundo enfado en la cofradía y la OPP-20, cuyos vigilantes se encargaron de retirar ese regalo envenenado que alguien dejó abandonado en la playa de Comboa. « Eso es algo que echó allí alguien del sector. Alguien que sabe o debería saber que hay depósitos para dejar esas cosas no Xufre. Que vive del mar pero que no le preocupa ensuciarlo», comentaba ayer Juan Millán Rial. « No damos aprendido», se lamenta el presidente de la OPP-20 y patrón mayor, quien en el año 2019 creó el grupo de Facebook basura marina, una herramienta para intentar reducir la cantidad de residuos presentes en la costa de A Illa.
La idea del grupo era sencilla. «Había gente que iba a andar y que, de paso, iba recogiendo basura y poniéndola donde veían. La idea era que informaran de donde la dejaban para que os vigilantes, en las rondas que hacen, pararan a recogerla», explica Rial Millán. La idea funcionó. Funcionó tan bien que en los últimos años se retiraron de las costas insulares alrededor de 43 toneladas de basura. « Eso, tirando tirando por lo bajo», explica Rial Millán.
Cierto es que no toda esa cantidad de residuos fue pescada por quien practica el plogging —voz inglesa que define la combinación de la práctica de ejercicio al aire libre con la recogida de desperdicios—. El sector del mar también se implicó en la retirada de todo aquello que encuentran en medio y que no debería estar allí. En su trabajo se tropiezan con las cosas más insospechadas: hace unos días, las mariscadoras hallaron un juguete sexual que provocó más de una carcajada en el punto de control y en la lonja.
Además del que los profesionales del mar puedan ir rescatando durante sus días de faena, la cofradía y la OPP-20 organizaron jornadas de limpieza específicas, centradas en la captura de ruedas utilizadas como defensas por la flota local, o aparatos y redes perdidas durante la faena. En ese sentido, recuerda Rial Millán que «dentro del proyecto Plancton sacamos 3.100 kilos de ruedas un día, y otros 2.600 de aparatos y cuerdas da zona de Areoso». Ya antes de la colaboración con Abanca se realizaron « otras limpiezas en el mar», que habían permitido llenar de bote en bote un barco de batea cedido por uno mejillonero de A Illa para la ocasión.
Asegura Rial Millán que todo ese trabajo se nota en las playas de A Illa « Las playas están mucho más limpias ahora que antes. Se nota bien: al principio las cantidades de basura que se sacaban eran auténticas barbaridades», señala. La situación es mejor, aunque los temporales del invierno sigan empujando hasta la costa todo tipo de residuos. « Ojalá el mar devolviera todo lo que le sobra, así lo podíamos recoger. Lo malo es todo lo que queda en él», señala el responsable del depósito insular.
Fonte: Voz de Galicia